Versión en Inglés Disminuir texto Aumentar texto Versión PDF Enviar por correo Imprimir Comentar

2. Objetos de aprendizaje

Analicemos por tanto, con más detalle, el elemento central en la nueva forma de desarrollar los cursos: el objeto de aprendizaje (en adelante OA). Vamos a analizar qué se entiende por objeto de aprendizaje.

La definición más citada en la literatura es la de IEEE, propuesta en uno de los pocos estándares relacionados con e-learning que han sido aprobados. Éste es LOM, en el que se define un objeto de aprendizaje como cualquier entidad, digital o no digital, que puede ser utilizada para el aprendizaje, la educación o el entrenamiento.

Esta es una definición excesivamente genérica y que ha hecho que se proporcionen otras definiciones mas específicas como la de Wiley (2000): cualquier recurso digital que pueda ser reutilizado como soporte para el aprendizaje. Wiley también matiza que se usa para designar material educativo diseñado y creado en pequeñas unidades con el propósito de maximizar el número de situaciones educativas en las que se puede utilizar dicho recurso. Esta idea está directamente recogida en la definición proporcionada por Polsani (2003) que lo define como unidad didáctica de contenido, autocontenida e independiente, predispuesta para su reutilización en múltiples contextos instruccionales.

En realidad, IEEE actualmente ha redefinido ligeramente el objeto de aprendizaje como cualquier entidad digital o no digital que puede ser usada, reutilizada o referenciada durante un proceso de aprendizaje apoyado por la tecnología. Ahora le da más importancia al soporte tecnológico, entre los que destacan los LMS, y además se proporcionan como posibles ejemplos de objetos de aprendizaje contenidos multimedia, contenido instruccional, objetivos de aprendizaje o programas instruccionales.

El objetivo es que los cursos se puedan crear por agregación de estos objetos de aprendizaje. El conjunto de especificaciones y estándares de e-learning pretenden facilitar todos los procesos asociados para que se puedan hacer de forma eficiente y sistemática. Con este propósito se trata de normalizar aspectos como la descripción (mediante metadatos) de los objetos de aprendizaje de modo que puedan ser gestionados, indexados y clasificados de forma eficiente; su almacenamiento en catálogos o bases de datos (que habitualmente se denominan mediante el anglicismo repositorios) o la descripción de un curso completo. Los estándares, por tanto, facilitan fundamentalmente la reutilización y la interoperabilidad ya que permiten el intercambio directo de objetos de aprendizaje y de cursos completos entre distintos sistemas de enseñanza electrónica (Fig 2). Por otro lado, los objetos de aprendizaje no presuponen ningún tipo de filosofía educativa determinada y, aunque se han utilizado mayormente siguiendo un enfoque instruccional, también se pueden utilizar en sistemas que utilicen otros paradigmas (constructivista).

No obstante, aunque los OA suponen un gran avance hacía la sistematización del desarrollo de cursos existen diversos problemas no totalmente resueltos. Por ejemplo, hay una falta de consenso sobre la definición concreta y la descripción de los objetos de aprendizaje así como sobre su tamaño (granularidad). De hecho muchos de los almacenes de recursos educativos no siguen ningún estándar y presentan contenidos muy diversos (páginas de contenido, fotos, cursos, libros electrónicos, etc). También es necesaria más experiencia en el aspecto de reutilizar dichos OA, ya que su combinación no es tan directa como cabría desear, ni actualmente existen herramientas que simplifiquen dicho proceso sin necesidad de tener un profundo conocimiento ni tecnológico ni de los estándares.

 
Avanzar página Retroceder página