Juan Martínez - Val
IES “Puerta Bonita”. Madrid
Legibilidad funcional


La legibilidad funcional trata de la transmisión del contenido de los mensajes, por lo que implica de manera especial la estructura de los documentos. A este respecto hay que considerar dos factores de especial interés, uno de los cuales ya lo hemos mencionado anteriormente:

  1. El mundo simbólico del receptor
  2. La estructura visual del documento

Sobre el mundo simbólico ya hemos dicho que es la llave que abre o cierra la mente del receptor. Por muy buena legibilidad teórica que tenga un documento, el público ha de sentir que va dirigido a él. En caso contrario, no se tomará la molestia de echarle ni un vistazo.

Lo importante del mundo simbólico es que condiciona los puntos de atracción semántica.
En la Figura 1 ya vimos que para el público “psicodélico” la atracción semántica se generaba a través de colores chillones y letras retorcidas e ilegibles, con figuras infrecuentes y muy solarizadas. Fue un estilo muy radical, pero tan definido como cualquier otro.

En cuanto al segundo punto, la estructura visual del documento, se deriva directamente de los principios de la legibilidad tipográfica, y puede definirse mediante el siguiente principio:
«La estructura visual de un documento debe ser un resultado de la estructura de comunicación del mismo».

También podría formularse de manera inversa:
«A partir de la estructura visual de un documento, el lector debe poder inferir datos importantes sobre su estructura comunicativa».


Figura 9

Cuando hablamos de «estructura visual» el lector no debe olvidar que estamos situados antes de la lectura, no después. Es decir, el lector puede saber que la información se divide en cinco partes antes de que haya leído una sola palabra del documento. La Figura 9 ilustra este proceso en un esquema de maquetación, cuyo orden visual informa sobre la estructura de la comunicación que se ofrece, aunque no hay comunicación real, ya que el texto es falso. Si las fotos estuvieran por un lado y los textos y sumarios por otro, sin relación visual, no se habría conseguido el mismo resultado.