Una nueva revolución industrial está en marcha con una importante
componente técnica que se manifiesta en el aumento de la capacidad de
almacenamiento y tratamiento de la información. La digitalización
penetra progresivamente en el conjunto de la economía y de la sociedad
provocando cambios de gran amplitud, no solamente en la organización
productiva, sino también en los modos de vida, en las relaciones de las
instituciones, dentro de las empresas, en los intercambios entre los países
y, sobre todo, en los individuos. Para que sea posible una mejor evaluación
de los compromisos sociales adaptados y un desarrollo adecuado adaptación
a las estructuras productivas en este marco de innovaciones tecnológicas
es necesario un nivel cada vez más elevado de educación y formación.
De hecho, la actual era digital abre el camino para un
desarrollo de nuevos productos de difusión masiva, tanto a corto
como a medio plazo: teléfonos móviles, ordenadores, servicios
de Internet o soportes multimedia, entre otros. Además, las nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación
tienden también a modificar profundamente el funcionamiento de
otras actividades económicas. Todos los servicios ligados al tratamiento
de la información: desde la prensa escrita y la edición
de libros hasta el diseño gráfico y la publicación
electrónica, desde la empresa discográfica y la radio hasta
la postproducción sonora y los canales de audio digital o desde
el cine y la televisión hasta los multimedia y el Internet, sirven
de soporte a los sistemas de planificación y control de la gestión,
facilitando la aparición de sistemas con una mejor diferenciación
del producto, y paralelamente a una globalización de los mercados.
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Es fácil
encontrar en el marco de la actual revolución digital la convergencia de
tres sectores previamente separados por sus aplicaciones y plataformas: la informática,
las telecomunicaciones y el audiovisual. Pero además de una simple cuestión
de convergencia entre estos tres sectores, es importante añadir que el
paso del analógico al digital, es decir, la digitalización de las
redes de telecomunicaciones, de los datos (texto, imágenes, sonidos, vídeos),
de los soportes y de las terminales de comunicación, conlleva un factor
determinante: la aproximación de sectores industriales, hasta ahora autónomos
en su funcionamiento, en sus mercados y en su evolución.
Los consumidores ya están incorporando en su vida cotidiana esta transformación,
beneficiándose de la variedad de soportes multimedia (CD audio, CD-ROM,
DVD) y de las vinculaciones que permiten las comunicaciones (Intranet, Internet,
WAP, SMS, etc.) hacia la convergencia en un terminal único.
El sector de las comunicaciones ocupa actualmente una posición particularmente
predominante. En un entorno donde se están realizando cambios tecnológicos
profundos, donde el desarrollo de las redes y los contenidos multimedia son imparables,
y donde se producen fenómenos de concentración de los grande grupos
de comunicación, es obvio que detrás de esta apariencia espectacular
de cambio tecnológico se ocultan movimientos de naturaleza industrial más
estructural. |
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Los empresarios del sector de las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación requieren cada vez profesionales
con mayor flexibilidad en sus conocimientos, capacidad de abstracción,
adaptación a la diversidad y al cambio. La demanda de nuevas capacidades
se incrementa a medida que crece el avance de Internet o del multimedia, generando
nuevos trabajos y diferentes roles técnicos y creativos. Muchos de éstos
requieren habilidades híbridas, no provistas por las instituciones actuales.
Los objetivos de la enseñanza superior en esta área del saber
deben pasar, entre otros, por la ampliación de métodos que permitan
su conocimiento: comprender y estudiar las tendencias actuales, facilitar el
desarrollo de competencias y del saber hacer en la concepción y la realización
de productos audiovisuales y multimedia. Todos estos elementos son indisociables
y fundamentales para formar profesionales competentes en el presente y capaces
de responder a los desafíos del futuro.
La evolución reciente de diversas actividades industriales
relacionadas con el audiovisual y los multimedia en el mercado nacional e internacional
establece la necesidad de presentar una nueva propuesta de formación
que permita, de forma acuciante, atender las necesidades actuales y vislumbrar
las futuras en este sector de tan rápida expansión. Se precisa
también encuadrar en una estructura académica un vasto conjunto
de saberes que acoja en sí mismo la transmisión del conocimiento,
así como la investigación necesaria para una comprensión
de los cambios que la sociedad, en general, y el sector audiovisual y multimedia
,en particular, atraviesan.
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