Previamente a detallar la concreción de cada uno de estos ejes organizadores en la herramienta EducaMadrid nos tomaremos un momento para describir la plataforma tecnológica que la soporta.

Consideramos que las funcionalidades y posibilidades de toda herramienta basada en un desarrollo informático no pueden estar desligadas del soporte tecnológico que las sustenta, tanto desde el punto de vista del hardware como del entorno de desarrollo elegido. En este sentido, por lo que se refiere a la capa más básica de EducaMadrid como aplicación informática que es, toda su arquitectura tecnológica está exclusivamente dedicada a este fin. El conjunto de servidores, balanceadores, red de almacenamiento, firewalls, etc constituyen una red concebida y diseñada en exclusiva para alojar la aplicación EducaMadrid, no siendo compartida con ninguna otra aplicación, ni aún con las aplicaciones de gestión administrativa de los centros (alumnado, inventarios, gestión económica, biblioteca), que disponen, a su vez, de su propio soporte y arquitectura tecnológica.

EducaMadrid se concibió como una herramienta estrictamente pedagógica y por ello se diferenció desde el primer momento del resto de las herramientas de gestión económico-administrativas de los centros. Esto no implica, sin embargo, que no hayan de existir determinados “puentes” de unión entre las herramientas. A este respecto, por ejemplo, en lo referido a gestión de usuarios, EducaMadrid dispone de un módulo específico destinado a la importación de datos de los alumnos desde la herramienta de gestión administrativa de los mismos (SICE). De igual modo, para la versión actualmente en desarrollo de la aplicación de bibliotecas escolares (Abies) se viene trabajando en un módulo de acceso a los libros catalogados en los centros educativos.

Entre otras ventajas, el hecho de disponer de una plataforma tecnológica exclusiva nos ha permitido dotar a ésta de una configuración específica, ajustándola y adaptándola a los fines generales de EducaMadrid. Así por ejemplo, se ha creado dentro de la arquitectura tecnológica una red específica de almacenamiento de los contenidos, diferenciándose las tareas de procesamiento que realizan los servidores de las tareas de almacenamiento de estos. Las posibilidades de crecimiento horizontal de una red de almacenamiento permiten asignar espacios a cada usuario (los profesores, por ejemplo, disponen cada uno de ellos de 20 gigas para contenidos y 2 gigas para correos) y mantener despejado el horizonte de crecimiento ante futuras necesidades. De igual modo, en la arquitectura se han integrado servidores con finalidades concretas, como los destinados a procesar y servir los contenidos multimedia en modalidad de streaming.